Lorenzo Jurina, profesor visitante y honorario de la UDEP, uno de los primeros voluntarios italianos que llegaron en la década del 70, ganó el Premio Rotondi a los Salvadores del Arte, en la sección Italia.
Por Fernanda Vegas Sernaqué. 06 junio, 2024.
Durante años, Lorenzo Jurina se ha dedicado al salvar las estructuras de monumentos históricos cuando están al límite de su resistencia y en riesgo de colapso. Como restaurador de columnas, pilares, paredes, pisos, bóvedas y techos, ha devuelto la belleza y funcionalidad a edificios de gran valor cultural. Gracias a este trabajo, se hizo acreedor del Premio Rotondi Salvadores del Arte, en la sección Italia.
El “ortopédico” del arte
Al iniciar su carrera profesional, llegó a la Universidad de Piura como voluntario por el Istituto per la Cooperazione Universitaria (ICU), en marzo de 1974 junto a otros italianos, entre ellos su esposa Marina Masi.
En 1979, de vuelta a Italia, le propusieron dictar una cátedra de Estática en el Politécnico de Milán. Allí conoció a Marco Dezzi Bardeschi, profesor de restauración, quien lo contrató para salvar el Palazzo della Ragione. “A partir de ahí me he apasionado por este mundo”, señaló el ingeniero Jurina, en una entrevista como ganador del Premio Rotondi.
Entre sus trabajos se cuentan conocidas obras europeas, como el campanario de la Abadía de Claravalle, la Galería Vittorio Emanuele, el Castillo de Vigevano, la Catedral de Cremona y el Fuerte de Fuentes en Cólico.
“Para trabajar, los documentos históricos y las fotos de época son importantes. Se empieza por una inspección, luego, se utilizan sistemas de reconocimiento con láser y escáner. Con una idea tridimensional del objeto e investigaciones posteriores, se procede a hacer una evaluación para iniciar con el trabajo”, detalló Jurina al ser consultado sobre el proceso de restauración.
Su paso por la UDEP
Lorenzo Jurina llegó a la Universidad de Piura en la década de los 70, como uno de los primeros voluntarios italianos. Aquí, se dedicó a la formación de estudiantes de Ingeniería, en las aulas del único edificio que existía entonces, el Edificio Principal.
Aún tras su regreso a Italia, después de sus años de servicio en la UDEP, ha conservado un estrecho lazo con esta casa de estudios, como profesor visitante de la Facultad de Ingeniería. En el 2019, recibió la insignia académica de la Facultad de Ingeniería y la medalla de los 50 años de la Universidad de Piura.
¡Enhorabuena, ingeniero Jurina por su impecable trabajo!
